Capitulo 411: Reliquias del Dios Sol

 La Reliquia del Dios Sol.

Hasta ahora he estado viajando a innumerables ruinas con Celest.

En parte era para acercarme a Celest, pero…

En verdad, la otra razón principal fue:

Para recoger las reliquias del Dios Sol.

'…'

Las reliquias del Dios Sol.

Seres imbuidos de poderes especiales, dejados en este mundo por el Dios Sol.

El caballero del Dios Sol, que Stardus y yo habíamos destruido.

El que borraba recuerdos como pago y concedía deseos.

Además, había coleccionado varias reliquias con Celest.

La primera que encontramos juntos fue la espada Luxuria.

Seguido por el Golem de la Rabia.

El Anillo de la Envidia, Invidia, que se encuentra debajo de la colosal estatua del Dios Sol.

Ahora, finalmente llegó el momento de destruir estas reliquias.

…Y así, por esa razón.

Actualmente estaba en la oficina de Catedral.

"Hmmm…"

Un amplio espacio iluminado con una suave luz que brilla desde las vidrieras, compuesto por paredes blancas.

La misma Catedral que había visitado anteriormente.

En ese lugar ligeramente frío, estiré los brazos por completo.

Ah. Se sintió vivo.

"Ah... esto es bueno".

Murmuré, sonriendo y sacudiendo mis brazos.

Hace unas semanas que sólo está confinado en la habitación del enfermo.

Finalmente logré persuadir a Celest y escapé allí con su poder.

A estas alturas, probablemente esté mi doble que Celest hizo especialmente y se queda en mi habitación de enfermo. Debería estar funcionando ya que dije que no podría quedarme en la habitación por mucho tiempo... No habrá ningún problema hasta que regrese.

De todos modos, mientras me estaba estirando.

"…Hm hm, te das cuenta de que deberías estarme agradecido, ¿verdad? ¿Pero por qué diablos estás vestido de punta en blanco?"

Celest me preguntó desde atrás.

Al verme, vestido con un sombrero negro, una máscara y hasta un manto, camino a Catedral, Celest hizo esa pregunta.

Me giré, sonreí y le pregunté:

"Celest. ¿Tienes todas las reliquias del Dios Sol que te he dado hasta ahora?"

"…¿Eh? Oh, por supuesto que sí…"

Rápidamente alarmada, respondió a mi pregunta.

A ella, que murmuraba con un ligero toque en su cabello plateado, seguí hablándole con una sonrisa.

"Entonces, ¿podrías traerlos aquí?"

¿Por qué si no estaría vestida así?

Ya es hora de aplastarlos. Las reliquias.

Reliquias sagradas del Dios Sol.

El Caballero del Dios Sol, Infles, la espada sagrada Luxsuria, el Golem de la Ira, el Anillo de la Envidia, Invidia.

Las dos primeras ya las destruí, y Celest tenía las tres reliquias restantes que yo había estado recolectando y destruyendo diligentemente.

Su verdadera naturaleza era...

"Estas reliquias son dispositivos del Dios Sol, destinados a juzgar los Siete Pecados Capitales".

Dentro de la oficina de Celest.

Mirando la espada y el anillo colocados sobre la mesa, y el golem que debería estar en la bóveda detrás de ella, le expliqué esto a Celest.

Los siete pecados capitales: pereza, avaricia, lujuria, ira, envidia, gula y orgullo.

Comúnmente conocidas como los Siete Pecados Capitales, estas reliquias eran el equipo que el Dios Sol había preparado previamente en este mundo para castigar los pecados humanos.

"Ah..."

Así como así.

Incluso las reliquias sagradas del Dios Sol no eran regalos para los humanos, sino herramientas para castigarlos. Cuando Celest se dio cuenta de esto, murmuró con una expresión desesperada en su rostro.

Le expliqué solemnemente estas cosas a Celest.

"La relación entre los pecados y las reliquias que descubrí es la siguiente"

El Caballero del Dios Sol, el castigador de la Pereza.

Invencible si no se conoce el patrón de ataque.

El Anillo de la Avaricia, Votum Implens.

Si uno desea sin conocer su poder, se cobra el precio correspondiente y el deseo se convierte en realidad.

La Espada Sagrada Luxsuria, la castigadora de la lujuria.

En el momento en que uno sostiene la espada, automáticamente rastrea y elimina a aquellos que sienten impulsos sexuales.

El Golem, el castigador de la Ira.

Bloquea todos los ataques contra él y los refleja hacia el atacante.

Anillo Invidia, el castigador de la envidia.

Después de tentar al portador a matar el objeto de envidia, a cambio lo mata y pasa al siguiente.

Estas son las verdaderas identidades de las reliquias sagradas del Dios Sol.

Armas de pura malicia.

No hace falta decir que estos deben ser destruidos antes de la llegada del Dios Sol.

Después del Advenimiento, no se sabe qué harían estas poderosas reliquias influenciadas por el poder de Dios. El Dios Sol podría sacar fuerza de ellos y volverse más fuerte.

En el texto original, los cinco habían sido exterminados antes del Advenimiento.

Sin embargo…

"Seguramente el original eran los Siete Pecados Capitales".

Sólo cinco reliquias estaban presentes y nada relacionado con los dos pecados restantes.

Bueno, el escenario en sí fue tomado del concepto católico de los Siete Pecados Capitales, por lo que quizás originalmente fueran los Cinco Pecados.

De todos modos, mi atención ahora tenía que estar en destruir a estos tres.

Con ese pensamiento en mente, le dije en voz baja a Celest.

"Celest, lo entiendes, ¿verdad? Tenemos que destruir estas reliquias"

"…..Sí."

Hacia mí, que estaba diciendo eso, respondió con voz tranquila e incómoda.

…Después de todo. La destrucción incluso de estos artefactos sagrados sería un testimonio mayor que cualquier otra cosa de la eterna traición de Celest al Dios Sol, ¿no es así?

Simplemente no obedecer sus órdenes y destruir sus reliquias por completo es otra cuestión completamente diferente.

Entonces.

…Me acerqué a ella con las manos juntas y le dije:

"Celest, sé que esto es difícil para ti, pero por favor, destruye estas reliquias. Estaré a tu lado, por mi bien, sólo una vez, ¿de acuerdo?"

"…Está bien."

Ante mi persuasión, ella acepta, dejando escapar un pequeño suspiro.

…A pesar de estar resentido conmigo por pedirle a ella, una ex santa del Dios Sol, que destruya los artefactos sagrados del Dios Sol. Celest, afortunadamente, no lo hizo.

Y así, yo, hacia ella, juntamos nuestras manos una vez más y dijimos:

"Entonces vamos."

"Para destruir las reliquias del Dios Sol"

∆∆∆

Después decidimos destruir los artefactos.

Saliendo al salón vacío de la catedral desde la oficina exterior, nos quedamos de pie, mirando los tres artefactos sagrados colocados en el centro.

"…Tengo un mal presentimiento… Entonces, ¿cómo destruimos esto?"

Murmuró, mirando los artefactos.

Las tres reliquias colocadas en el suelo. La espada de la lujuria, el anillo de los celos y el golem de la ira.

A Celest, que me preguntó cómo manejarlos, le respondí con calma:

"Simplemente inserta mucha energía solar. Entonces, naturalmente, se volverán locos y colapsarán por sí solos".

"…Es eso así."

Mi explicación sencilla es simplemente destruirlo usando con fuerza su poder.

En la historia original, Stardus había procesado la mayoría de estos con el poder de las estrellas. Esta fue la táctica más estándar.

Sin embargo…

"De estos, en la historia original, el Golem de la Ira explotó por sí solo debido a que Celest le inyectó demasiado poder, lo que provocó que se volviera loco".

Por eso lo supe. Que Celest pudiera eliminar estas reliquias por sí misma.

…Por supuesto, si no funciona, tendré que pedirle a Stardus que lo haga. Pero hay muchas posibilidades de que así sea.

Y parece mejor para el estado mental de Celest destruir los artefactos sagrados ella misma en lugar de que Stardus los destruya.

De todos modos, Celest se estaba distanciando del lugar donde se encontraban los artefactos sagrados. Estaba más cerca de ellos.

Si algo sucediera, lo suprimiría con el poder de mi estrella oscura. Sería mejor si no necesitara usarlo muy a menudo...

Ahora, todos los preparativos estaban hechos.

"Celest, comencemos primero con este golem".

"Está bien."

Fyuooooooong-

Junto con mis palabras, Celest disparó un rayo de luz hacia el golem y, como resultado.

kigigigiiiiiiiiiiiii-

KWaaaNG

Los ojos del golem brillaron, acompañados de un inquietante ruido mecánico.

Entonces, estalló una ráfaga de luz que explotó en una llamarada cegadora.

El hecho de que desapareciera sin dejar rastro, con luz y todo, fue un placer extra.

"..."

Después de causar tal devastación a la reliquia, la expresión de Celest no parecía muy complacida, aunque no parecía particularmente angustiada.

Bien. Sigamos así.

"Celest, una más."

"…Está bien."

Booooom.-

Así continuamos, destruyendo los anillos sin muchos problemas.

Por supuesto, hubo problemas menores como algo parecido a un fantasma que salió de uno de los anillos en el medio.

[¡Skreeeaaakkkk!]

…Se desvaneció sin dejar rastro tan pronto como surgió, tragado por el sincero rayo de luz de Celest.

Con eso.

"…Uf. Falta uno más"

"….."

Le murmuré en voz baja a Celest, cuyo rostro se había vuelto aún más sombrío después de la destrucción de los anillos.

…Parece que debería ser aún más amable con Celest una vez que toda la destrucción haya terminado. Ella debe haber atesorado los anillos... Me siento bastante culpable.

En cualquier caso, ese fue mi pensamiento.

…Y además, hasta el momento no hubo problemas significativos.

Por lo tanto, no me preocupaba romper la reliquia final, la Espada de la Lujuria, Luxuria.

Quizás fue por eso.

Craaack—

La espada se hizo añicos tan pronto como fue alcanzada por el rayo de luz de Celest.

Ssssss-

Tomado por sorpresa por el repentino humo rosado que surgió, no pude reaccionar.

"….¡Oh!"

Antes de darme cuenta de que algo andaba mal, ya había inhalado el humo rosa.

Con eso.

"¡Egostic! ¿Estás bien? ¡¡Egostic!!"

"Oh…"

Empecé a balancearme.

∆∆∆

"¡Egostic!"

En el salón compartido de Catedral.

Mirando a Egostic, que se tambaleaba después de inhalar el misterioso humo rosado de la reliquia rota, Celest corrió apresuradamente.

"Egostic, ¿estás bien...?"

Ella corrió hacia él con el corazón preocupado, alejando el extraño humo rosado con miedo.

Y… al contrario de la preocupación de Celest.

"Um…"

Egostic se tambaleó momentáneamente, recuperó rápidamente la compostura y se puso de pie nuevamente.

"¿Egostic…?"

"… Celest. Oh Discúlpeme. Estoy bien."

Al declarar asertivamente su bienestar, parecía perfectamente bien.

Sin embargo, Celest ya se había posicionado frente a él, preocupada.

Y al hacerlo, pudo enfrentarlo directamente.

"….."

Aparte de un leve sonrojo en su rostro, parecía bastante normal.

Sin embargo, mientras Celest dudaba si Egostic estaba realmente bien.

"¡Ack…!"

Celest involuntariamente dejó escapar un grito de sorpresa.

Egostic le había acariciado suavemente la mejilla con la mano.

"Estoy realmente bien, señorita Celest. Pero…"

"Eh, eh..."

Celest quedó desconcertada por el repentino y audaz movimiento de Egostic.

Esta era la primera vez que iniciaba un contacto físico tan íntimo.

Mientras ella se puso roja de vergüenza durante todo esto.

Egostic, con voz suave y tranquilizadora, le susurró.

"Celest. …Te ves aún más hermosa hoy"

"Eh… eh… ¿¿¿Sí??? Bueno, gracias, pero ¿por qué de repente…?"

Mientras tanto, Celest estaba desconcertada por el repentino estallido de afecto de Egostic.

Egostic la había empujado suavemente contra una pared.

Inclinándose sobre ella, le lanzó una mirada intensa.

... Tras una inspección más cercana, se veía aún más atractivo... Espera un momento, ese no es el punto.

'¿Qué… qué está pasando???'

Ante esta nueva situación, una Celest nerviosa cuyo rostro se había puesto rojo como una remolacha.

…Pensé incontrolablemente en algo impensable.

'Espera…'

Una escena específica apareció en su cabeza.

Su yo de cabello plateado, vestida con túnicas sagradas, fue inmovilizada por un hombre con un sombrero negro contra una pared de ladrillos.

De espaldas a la pared, la mujer de cabello plateado miró al hombre que tenía delante con sus ojos dorados, su voz temblaba cuando abrió la boca.

"Espera… Egostic, cálmate. No podemos hacer esto aquí, ¿de acuerdo?"

"No puedo. No puedo contenerme"

"No, solo cálmate. A mí también me gustas, ¿vale? Pero aquí no… eh…"

'Espera….!!!'

¡¡¡Esta es…esa escena profetizada…!!!

Ella quedó estupefacta.